Araburu Kisetsu no Otome-domo yo

29 Nov 2019

A los trece años, después de un mes de idas y venidas, logré ponerme de novio con la chica que me gustaba. En aquel entonces no era el degenerado que soy ahora. Era crédulo, inocente, y como debería ser en todo prepúber, tenía una visión idealizada del amor.

Vamos che! Era un virgo de mierda.

Lo cierto es que esa virginidad inherente al adolescente promedio tiene por motivo principal la ignorancia. Todo es nuevo, todo son ráfagas de un torbellino de cambios constantes, y de repente te das cuenta de que cuando esa chica a la que siempre jodiste está cerca se te agita el palpito, empezas a transpirar como en un interrogatorio y no te sale otra cosa que no sea cagarla con alguna idiotez.

Pero bueno, me estoy desviando del tema.

Araburu Kisetsu no Otome-domo yo, torpemente traducido como “Nuestra Salvaje Juventud” narra el viaje de cinco señoritas a través del tempestuoso mar de la pubertad. En sus doce episodios las veremos hacer frente a toda esta caterva de novedades, cargando al hombro algunos pasados más turbios que cura en la vereda de un jardín. Es una obra coral, donde la manera que cada protagonista tiene de verse a sí misma define su forma de plantarse frente al amor, el sexo y la situaciones que se le van presentando.

Basta de generalidades.

¿Que quiero hacer antes de morir? Coger, por supuesto

Si, esta frase es el disparador que pone la trama en movimiento.

Las chicas del club de literatura tienen como actividad recitar novelas eróticas, o semi-eróticas en realidad, del tipo que recurren a metáforas poéticas para describir la acción usando “néctar”, por ejemplo, para referirse a la eyaculación femenina. Esta situación es usada para poner el tema sobre la mesa y si bien todas nuestras protagonistas sienten curiosidad, no en todas se ve manifestada esta curiosidad de la misma manera.

Rika es la primera en dejar clara su postura: mientras sea en un libro todo bien, pero cualquier cualquier conducta sexual en la vida real es cosa de degenerado. Es una estudiante modelo que rechaza todo tipo que interacción con el sexo opuesto y a las personas que las mantienen. O en sus propias palabras: “de las piernas de esas mujeres no sale néctar, sino caldo de cerdo”. Lo que se nos deja ver desde el principio es que toda es aversión es producto de la falta de confianza. Es ella la que se considera un bagarto, esa es la imagen que da a los demás. Y todos sabemos que como te ven, te tratan. Su baja autoestima es tal, que cuando de entre todos los que le están diciendo fea en clase salta alguien diciendo “Hey! no se.. para mi es bonita” ella lo toma como una cargada mas. Duda. ¿Porque alguien me trataría con cariño cuando soy un gordo virgo?

Ok. No.

Mi punto es que si no pasaste por una etapa asi, seguro tuviste cerca a alguien que si. Y vas a ver que esto pasa con (casi) todas.

Kazusa, por otro lado, esta enamorada de Izumi, su amigo de la infancia, aunque todavía no lo sabe. Este es un tropo que por típico, no deja de ser real, y mezcla la adaptación a una relación rutinaria que es mas o menos la misma desde hace tiempo con el miedo a que esta relación cambie o desaparezca, si intentamos llevarla al próximo nivel. Mas adelante se ve que también hay una parte de baja autoestima. La cosa es que Izumi es popular. Pibe amable, buen deportista, fachero, bastante codiciado, mientras que Kazusa se ve a si misma como una chica común, que no destaca del promedio, lo que la lleva a pensar en el típico “mira si me va a dar bola a mi”.

De Momoko, la mejor amiga de Kazusa, no se dice nada al principio y su desarrollo para mi es uno de los mas interesante. No quiero spoilear mucho, pero su trama encarna como la inofensiva decisión de seguir la corriente, de aceptar los estándares que nos son normales, puede llevarnos a terminar enredados en relaciones toxicas y de como esas relaciones pueden cambiar la perspectiva que tenemos de la vida. En Momoko están varias amigas a las que me toco ver transitar un camino similar terminando exactamente en el mismo punto.

Hongou-san es quizás lo mas parecido que encuentro en esta serie a un personaje favorito. Aspira a escribir novelas eróticas y para documentarse mantiene una turbia relación con un desconocido por internet que rápidamente deriva en un amor estudiante-profesor. En este caso, lo que se representa son las relaciones asimétricas, donde cada uno vive la pareja manera diferente. Y esa disparidad de experiencia y expectativas hace que uno de los dos salga indefectiblemente lastimado.

Y por ultimo, Niina, la kudere, la bella misteriosa, la que quiere coger antes de morir. A mi entender, el personaje mas inverosímil de todos. O eso me gustaría decir, ya que las constantes noticias sobre pedofilos y abuso infantil hacen su trasfondo viable. A diferencia de sus compañeras lleva expuesta al deseo sexual de los hombres mucho mas tiempo y desde muy temprana edad. Siendo su única referencia un viejo de dudosa moral, Niina mantiene una visión distorsionada de la sexualidad y las relaciones humanas.

En los primeros episodios podemos ver a Kazusa en un despertar al mundo del sexo y la sensualidad. De repente, empieza a ver referencias en todo lo que la rodea: desde la comida que prepara su madre hasta un tren, metiendo en un túnel. Sutilezas como esas, si bien son divertidas, también retratan muy bien la ansiedad mental que ella esta sintiendo ante el apabullante mundo que acaba de empezar a descubrir. La obra esta llena de este tipo de cosas, donde la dirección acompaña las emociones de los que están en escena.

En el apartado visual, realmente de deja ver. Los diseños de personajes son hermosos. La paleta de colores pasteles es un acierto, va muy bien con el todo de la serie y la animación es solida, se mantiene. Obvio, no es KyoAni, pero es excelente para la historia que quiere contar.

Y sobre el tono de la serie quiero aclarar: la serie es en esencia un drama, si, un poco melancólico a veces. Y si bien tiene sus momentos, la comedia sabe convivir muy bien con la tensión. Esto la hace muy entretenida y llevadera. Sobre todo si tenemos en cuenta que esta escrita por la reina del melodrama, Mari Okada. Me parece que esta vez supo hacer algo refrescante y distinto a sus anteriores obras.

La novia de la que hable al principio solo me duro dos meses y ni siquiera nos dimos un beso. Y aunque podría considerarlo un fracazo, la recuerdo con cariño porque fue necesario que caminara por ahi. Dolió, pero me sobrepuse, y aprendí. Araburu Kisetsu no Otome-domo yo es buena porque evita ser un ramillete de clichés y le plantea a sus personajes situaciones que tienen que atravesar para crecer. Todas diferentes (algunas mejores que otras). Y ya dije, es coral. La variedad del elenco aporta gran riqueza también, donde algunas son tímidas, indiferentes, agresivas, o directamente están rotas.

Definitivamente, vale la pena que la vean.


Gracias por leer